Un candidato no es solo la historia de los trabajos que ha tenido: un candidato es la suma de todo lo que la vida le ha enseñado

El artista Simon Berger utiliza vidrios rotos para crear retratos impresionantes. Sentado sobre una lámina de vidrio nueva y empuñando un martillo, realiza golpes calculados sobre su superficie para generar patrones que asemejan telarañas y dar vida a una figura tridimensional.

El rostro humano es un ejemplo perfecto de cómo funciona este proceso. Todo lo que está expuesto a la luz, como la frente, se representa golpeando repetidamente la misma parte del cristal.

Las áreas fracturadas se vuelven blancas y contribuyen a dar una sensación de forma. Berger lo describe como "pintar con golpes finos y precisos".

Observando cómo el artista trabaja y la técnica que parece destructiva que utiliza, del caos y la destrucción del material original, la hoja de cristal, emerge el rostro que observamos al finalizar la obra.

De la misma manera que Simon crea sus retratos y otras piezas, la suma de todas nuestras experiencias, sean profesionales o personales, con sus impactos, a veces leves y otras intensos, nos forma y da origen a lo que somos.

Limitar a alguien únicamente a su experiencia profesional es pasar por alto o menospreciar las numerosas facetas que han conformado a la persona que estamos evaluando para una posición en una empresa.

Lo que no se refleja en los currículos son todos los impactos que han forjado lo que somos y que contribuyen a que ofrezcamos mucho más que un mero listado de habilidades técnicas o tecnológicas para el trabajo: disciplina, empatía, creatividad, capacidad de trabajo en equipo, habilidad para escuchar, liderazgo, responsabilidad, perseverancia, y muchas otras cualidades que al final son igual o más valiosas que el conocimiento técnico. Limitarse a la parte profesional de su experiencia es ignorar o desconsiderar las muchas otras facetas que han formado a la persona que estamos entrevistando y que una empresa va a contratar.

En DIT, somos conscientes de todo estos factores y por eso utilizamos una perspectiva holística en la valoración de los candidatos y de la adecuación a la empresa.

Una misma persona puede funcionar muy bien en una empresa y muy mal en otra solo porque sus valores, su cultura no encajan con los valores y cultura de una otra empresa.